domingo, 6 de febrero de 2011

NECESITO VOLAR…

"Necesito volar…

De vez en cuando, periódicamente, necesito volar…

Suele sucederme cuando ya noto demasiado peso sobre mí. Es el polvo que se levanta en cada una de mis pisadas, que no se disipa y se queda adherido a mi piel, formando costras, cada vez más gruesas. El polvo de la rutina, el de las pequeñas mezquindades diarias… El polvo de mis anhelos, frustraciones e inseguridades. El de mis complejos ….

También el de mis culpas… Ese maldito polvo de la vida diaria, invisible, pero omnipresente… El que, poco a poco, casi sin darme cuenta, hace que mi alma se vaya encorvando y mi paso se torne cansino… Cuando me doy cuenta de que no puedo levantar la mirada del suelo, es cuando soy consciente de que necesito volar. Despegar de mis problemas... De mis responsabilidades…De mis agobios… Es solo por poco tiempo, pero suficiente para que se desprenda todo el polvo acumulado y me permita, de nuevo, afrontar las pequeñas cosas de todos los días, con una ilusión renovada.

Ya cuando me estoy preparando, mi mente se va desconectando de sus lastres… Con mimo, me coloco cada pieza de mi indumentaria: las botas, el traje, los guantes… Y con ellas, siento como van cayendo al suelo, una a una, las cadenas que me atenazan.

Ya sobre la moto, cuando me coloco el casco, se apagan los últimos malos ecos del día y un silencio íntimo me envuelve. Miro al manillar; deslizo mis manos sobre los puños y arranco el motor. A cada golpe de gas, siento el balanceo y el ronco rugido entre mis piernas… En ese momento mágico, todos los poros de mi cuerpo comienzan a rezumar libertad. Siento, en los pulmones, como se ensancha mi alma.... Y clavo la vista en el horizonte.

La carretera es también un camino marcado… Como la vida, es una línea que hay que seguir. Pero me emborracha el placer de ir a mi aire… sin que nadie me exija nada. Por eso las elijo solitarias. Curvas enlazadas que insinúen la belleza del movimiento.
Me gusta despegar suave, dejando ir la moto. Con la visera levantada, siento el aire de la vida sobre mi cara… Caliento neumáticos dejándome caer, a uno y otro lado, con plegadas de vals acompasadas, en las que mantengo durante unos momentos, la nota musical arriba, antes de hacer cada picado, como hacen los halcones… Hasta que siento que, moto y yo, somos solo uno. Entonces se que estoy preparado…. Cierro la visera y en mis oídos comienzan a resonar las notas poderosas de una orquesta sinfónica, con cuyo crescendo, voy levantando el vuelo hasta alcanzar el “ritmo”. Es un limbo sin brusquedades. El “continuum” de un planeo armónico… como un pájaro en libertad.

Cuando regreso a casa, mi alma está sosegada. Siento como la paz corre por todas mis venas y mi piel está limpia, de nuevo, del polvo de la vida…

Y es que necesito volar… De vez en cuando, periódicamente, necesito volar…"

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sigue así,Uge.Lo mejor en esta vida es la libertad,la tranquilidad de que nadie te diga como y cuando debes hacer las cosas.Para ti la moto es una manera de escape para tus rutinas diarias,cuídala como si te fuera la vida en ello,
Un abrazo

Anónimo dijo...

Esta bien que tengas una via de escape para tus situaciones de stress,pero piensa que tambien hay gente en la tierra con la que puedes escapar. Me ha gustado la forma en la que expresas tus sensaciones y sentimientos.Si te sirve para evadirte del mundo , ¡APROVECHALO¡. Un saludo.